EL CHUZALONGO
En la región Litoral y Sierra del Ecuador, se cuenta la historia de un duende, o pequeño hombresillo que se escondía en la vegetación del campo y montes. Este personaje causaba temor en las pequeñas poblaciones, y dependiendo del lugar su relato tenía pequeñas variantes pero la descripción coincidía.
El “chuzalongo” vive en las montañas; allí se
encuentran las pisadas, es del tamaño de un niño de seis años, con el cabello
largo, ralo y tieso, del ombligo le sale un miembro como un bejuco de “chuinsa”
y su cuerpo está cubierto de escamas de pescado.
Para que no “aviente” el aire malo del chuzalongo
que causa la muerte, se entra en la montaña, se rompe una rama y se marca; así
ya no puede hacer nada. Cuando está
marcado, ya no ataca a nadie, es muy juguetón e inquieto y ya no hace nada; pero
en cambio tiene un “humor malo”, después de un momento da un “aire fuerte” y le
deja cadáver a una persona.
Se cuenta que un agricultor tenía sus tierras en lo
alto del monte, una noche cayó una tormenta y él muy preocupado por el ganado
solo mando a sus dos hijas a encerrarlos en el granero, ellas llegaron
amarraron al ganado y se entraron en la cabaña. Alguien golpeo la puerta
abrieron y no había nadie, se dieron la vuelta y era un pequeño ser con un
enorme miembro viril enroscado en su cuerpo; gritaron, pasaron las horas y ellas
no regresaron, con un mal presentimiento el anciano tomo su escopeta y se
enrumbó hacia la cabaña.
La lluvia cayó a cantaros fría y pesada el viento soplaba tan gélido y triste, por fin al mirar a lo lejos la luz de la cabaña corrió y tumbo la puerta, encontrándose con una escena horrenda y macabra. Las muchachas tiradas en el piso descuartizadas en medio de un charco de sangre, y frente a ellas, el ser llamado el chuzalongo todavía limpiándose su enorme falo de la sangre de las mujeres salto, corrió y jamás fue visto de nuevo.
Otra versión de la leyenda del chuzalongo, dice
que también ataca a los hombres cuando estos están solos en el campo, debido
a que tiene vergüenza de su desnudez. Además, el Chuzalongo pelea con los hombres como
un desafió de fuerza.
Se dice que para librarse de este ser, el hombre que
lucha con él, tiene que sacarse una prenda de vestir y lanzarla lejos, el Chuzalongo ira
a por ella y en ese momento se tiene que huir.
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