TAME SE ESTRELLÓ CON 119 PERSONAS A BORDO
El vuelo 737 de la compañía comercial de Transportes Aéreos Militares Ecuatorianos (TAME) se estrelló con 111 pasajeros y ocho miembros de la tripulación a bordo.
El 11 de julio de 1983, ocurrió el accidente aéreo de Cuenca, minutos antes de aterrizar en el aeropuerto Mariscal Lamar de Cuenca, procedente de Quito, un Boeing 737-200 registro HC-BIG se estrelló, siendo ese el peor accidente de la historia de la aviación ecuatoriana, ocasionando la muerte de 119 pasajeros y tripulantes a bordo.
El avión había despegado del aeropuerto de Quito a las siete de la mañana, hora local, con destino a Cuenca, ciudad situada a 472 kilómetros al sur de la capital. Tres cuartos de hora después de salir de Quito, según diversos testimonios, el aparato hizo explosión en el aire por razones desconocidas y se estrelló, envuelto en llamas, contra una montaña, por cuyas laderas quedaron esparcidos los cadáveres de las víctimas.
El avión había despegado del aeropuerto de Quito a las siete de la mañana, hora local, con destino a Cuenca, ciudad situada a 472 kilómetros al sur de la capital. Tres cuartos de hora después de salir de Quito, según diversos testimonios, el aparato hizo explosión en el aire por razones desconocidas y se estrelló, envuelto en llamas, contra una montaña, por cuyas laderas quedaron esparcidos los cadáveres de las víctimas.
Testigos presenciales indicaron que restos ensangrentados de personas se mezclaron con los del aparato en un amplio radio de terreno, y añadieron que una gran columna de humo se alzó inmediatamente desde el lugar en el que cayó el avión.
El accidente tuvo lugar en la pequeña localidad de Ricaurte, cerca de un destacamento militar, por lo que fuerzas del ejército se hicieron cargo inmediatamente de las tareas de rescate. Ninguna persona sobrevivió al siniestro, según la información facilitada por la compañía.
La catástrofe se produjo cuando el aparato, que cubría la línea interior Quito-Cuenca, se encontraba a dos kilómetros escasos de esta última ciudad y había recibido ya autorización de la torre de control para efectuar el aterrizaje.
El Boeing 737
siniestrado, iba pilotado por el capitán Jorge Peña, había sido adquirido dos años antes del suceso, y era el aparato más moderno de esa compañía, dedicada
exclusivamente a vuelos nacionales.
Tanto las autoridades de aviación civil como los directivos de la compañía Transportes Aéreos Militares Ecuatorianos mantuvieron un absoluto hermetismo sobre las causas que pudieron provocar el espectacular accidente.
El informe final sobre el fatal accidente inculpó la causa del mismo a la falta de experiencia de vuelo de la tripulación ecuatoriana. En aquella época se registraron varios accidentes de aviación.
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Un día infausto en la historia del Ecuador, conmociona mucho la noticia sin duda :(
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